Colombiana en el Exterior
La ilusión de la mayoría de colombianos está en viajar a otras partes del mundo, conocer nueva gente e incluso aún tenemos la visión de cumplir ese sueño americano. En conversaciones entre amigos y familiares, es común hablar sobre lo que queremos para nuestro futuro y de lo grandioso que seriamos si lográsemos salir al exterior. Por eso hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia al salir del país y de lo que pude concluir sobre esta oportunidad.
La ilusión de la mayoría de colombianos está en viajar a otras partes del mundo, conocer nueva gente e incluso aún tenemos la visión de cumplir ese sueño americano. En conversaciones entre amigos y familiares, es común hablar sobre lo que queremos para nuestro futuro y de lo grandioso que seriamos si lográsemos salir al exterior. Por eso hoy quiero compartir con ustedes mi experiencia al salir del país y de lo que pude concluir sobre esta oportunidad.
Cuando cursaba noveno de secundaria cumplí mis 15 años y
como muchas jovencitas de mi edad, quería un viaje como regalo. Un día en una
conversación con mis padres y mi madrina llegamos a la conclusión de que sería
más productivo para mí, esperar a terminar el bachillerato y viajar de intercambio a Inglaterra para afianzar
mi inglés.
Así fue como sucedió
y para enero de 2013 ya me encontraba despidiéndome de mi familia tras las
ventanas de la sala de abordaje. No había
ni llegado a la casa donde me hospedaría, cuando no aguanté las ganas de
reproducir en mi celular, los vallenatos para extrañar un poco menos mi tierra. Desde ahí supe que el tiempo
me pasaría lento.
Un día en el instituto donde cursaba las clases de inglés,
se me acercó una pareja de esposos turcos para expresarme su admiración por la literatura colombiana, refiriéndose puntualmente
a nuestro nobel Gabriel García Márquez, gesto que me como diría Amparo Grisales
“me erizó” la piel. En ese momento tomé la decisión de mostrar el grandioso país
en el que nací, por eso me apunté como instructora de baile y así llevar un
poco del calor de mi tierra a ese país tan frío.
Quienes me conocen saben que soy danzante desde pequeña y vi
la oportunidad de dar clases de salsa a mis compañeros de curso, entre los que
habían: árabes, chinos, coreanos, suizos entre otros. Llegaron a llamarme la “Captain
Salsa” (capitana de salsa) y cuando me los encontraba por los pasillos o calles
del pueblo, solían saludarme con algún paso que les había enseñado y eso, era
algo maravilloso.
Si leyeron mi post anterior, ahora entenderán porqué para mí
la danza es el lenguaje universal, porque gracias a ella logré comunicar a
quienes no hablan mi idioma, que soy una mujer orgullosa de nacer en un país
como Colombia y conseguí que extranjeros amarán todas las expresiones
culturales que nos hacen únicos.
Comparto esta canción como homenaje a todos esos colombianos que están en el exterior y aún no se olvidan de sus raíces.
Si eres colombiano y vives en el exterior, sería genial que
comentaras lo que más extrañas de nuestro país.